28/02/2024

351 días después. (2024) [EO]

Hoy te he soñado. Aún puedo sentir el dolor en mi garganta, ese dolor que se siente cuando lloras, un dolor muy fuerte, como si me estuviera ahogando, pero no había llanto, ni en mi sueño ni en la realidad. Sabia, de una manera u otra, que lo que veía ante mis ojos no era real, que no eras tu quien estaba ahí ante mí, que era una especie de visión que solo yo podía ver... 

 

En mi sueño, estaba en una casa desconocida, con un pequeño jardín, una barda alta, de la que repentinamente bajabas, parecía que regresabas por fin. Yo te veía, sin poderlo creer, eras tú, por supuesto, igual que siempre, igual que en mis recuerdos, pero, aunque te veía venir, aunque te veía ahí frente a mí y la emoción me invadía, sabia, por el dolor en mi garganta que lo que veía era solo lo que deseaba ver. 

 

La visión de ti se acercaba, se sentaba, se acercaba a mi cuando te llamaba, le tocaba el pelo, sus orejas y colocaba su cabeza en mi mano, como siempre solías hacerlo. Sentí que lloraba, aunque no hubo llanto, solo dolor en mi garganta. De una manera muy consciente, no quería llorar porque sabía que lo que veía no eras tú, entonces alguien externo se acercaba, mi primera intención era decirle que por fin habías regresado, pero en lugar de eso yo le decía “¿vez lo que yo estoy viendo? ¿lo puedes ver?” y me contestaban: “¿ver qué cosa?” entonces reafirmaba que solo estaba viendo una ilusión de ti, que no estabas ahí, que te veía por una última vez, solo yo, solo una ilusión dentro de un sueño... pero te pasaba la mano por la cabeza, veía tus ojos dorados, y mi pecho dolía, igual que mi garganta, sin llanto... 

 

Hubiera deseado llorarte una vez más, tal vez eso habría aliviado el dolor que sentía en mi garganta... 

 

Creo que he soñado esto porque el otro día vi solo el inicio de la historia de una mujer que después de 6 meses recuperó a su gato. No quise seguir mirando más de su historia, porque me hizo sentir que no me había esforzado lo suficiente, a pesar de que hice todo lo que pude... y me sentí con envidia, no conozco a esa mujer, pero sentí molestia al saber lo que le sucedió... porque yo hubiera querido eso para mí y me molestaba que no lo haya podido lograr. Esa mujer seguro se esforzó mucho y pudo tener un final feliz... pero yo no pude. Por supuesto que hubiera querido que eso me pasara y me enfurece que no sea mi caso ¿porque yo no pude? ¿porque ella sí y yo no? ¿ha sido mejor que yo? ¿lo merecía más? ¿lo merezco menos? ¿por qué? Pueden ser preguntas inútiles, pero son las cosas absurdas que rondan por mi mente. 

 

Ya no te pienso tan a diario, al menos no tanto como al principio, o trato de no hacerlo... no sé qué es más... por momentos veo tu foto, la última foto que te tome la he impreso y colocado en un marco, la cual está por encima de mi escritorio, en una repisa, la veo todos los días, pues esta frente a mi cama... veo tu foto y a veces ya no quiero pensar, ya no quiero ahondar más en el porqué, porque he pensado tanto en por qué sucedió, porque ya no estas, porque desapareciste... y si sigo por ese camino, comienzo a preguntarme donde estarás, si estas con alguien más o si definitivamente has muerto... 

 

A decir verdad, ninguna de esas respuestas me gusta. Si estas con alguien más ¿no debería seguir buscándote? ¿no debería salir a la calle y dar anuncios de tu extravío? Extender la noticia hasta donde más se pueda... y si, aun así, alguien te tiene consigo... ¿qué haría yo? Qué hacer... 

 

Y si has muerto... y si nadie lo sabe... y si nadie puede darme respuestas... ¿sería absurdo? ¿sería una pérdida de tiempo y dinero? ¿qué es lo que tengo que hacer? Una parte de mí me dice que debo rendirme, que ya ha pasado mucho tiempo, que tengo que aceptar que ya no estas... y otra... otra no quiere darse por vencida, no quiere que te vayas nunca... 

 

A veces, cuando estoy en mi habitación, a solas, pienso: si él estuviera aun, estaría aquí conmigo, estaría siempre conmigo... yo estaría aquí, frente a la computadora, intentando escribir algo, intentando continuar mi novela y, mientras trato de poner orden en mi mente voltearía a verte, te vería durmiendo, sonreiría y volvería a ver la pantalla, o tal vez me devolverías la mirada... una mirada llena de calma. 

 

Me duele tanto que no sea así, que, al voltear a mi alrededor, tú no estás... y me duele pensar que tal vez estas en otra casa, con alguien más, y que ese alguien es quien te puede mirar ahora... o que tal vez, ya no hay quien te mire... 

 

Si tan solo tuviera una oportunidad más, me digo siempre. Y trato de hacerme entrar en razón de que ya no hay más oportunidades, trato de hacerme un poco de daño con la realidad, para así tratar de seguir. Me pregunto si un día ya no estarás tanto en mi mente, y, a decir verdad, no es algo que yo quiera, no quiero olvidarte ni quiero querer a otro gato. 

 

Ha quedado Odiseo y él ha heredado casi todas tus cosas (el suéter gris que te compré será por siempre solo tuyo). A veces pienso que tal vez pueda quererlo como a ti, tal vez pueda darle el cariño o parte del cariño que era solo para ti... pero no puedo. Además de que él es diferente, siento que él no me quiere como tú, que no encajamos como tú y yo lo hacíamos, por su temperamento y su forma de ser, él no me ama ni yo a él. Además, él nunca está conmigo. 

 

Algunas otras veces, me encuentro videos de gatos con ciertas características y digo: “ese gato está hermoso, quiero uno así”, pero no es que quiera un gato así, sino que esos gatos me recuerdan a ti, y lo que quiero es volver a tenerte, lo quiero es que estés aquí, que voltee a buscar el sosiego que me da tu mirada, porque sé que, aunque tuviera a esos gatos justo en este momento, no serían como tú, no me amarían ni yo los amaría como a ti. No serviría de nada tenerlos. 

 

A veces, he llegado a la loca idea de clonarte, me digo, ¿y si me coloco esa meta en mi vida? ¿y si trabajo para lograr eso? Pero siendo realista, aunque consiguiera de alguna loca e imposible manera que te clonaran, sé que la criatura resultante definitivamente no serias tú, me engañaría al tratar de verte ahí, porque cada individuo es lo que es debido a la manera en que ha vivido, a sus experiencias, a sus recuerdos, no es solo su cuerpo, sino la totalidad. 

 

No, no volverá a haber alguien como tú, y lo que es doloroso no es que no vaya a volver a haber alguien como tú, sino que tú... no quiero ni siquiera escribirlo... porque a pesar de todo... aún no puedo afirmar algo que no quiero aceptar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

351 días después. (2024) [EO]

Entradas Populares: