A veces no puedo acostumbrarme a tu ausencia. No puedo aceptar la idea. Vivo constantemente en el presente, en mi día a día, continúo viviendo con una cierta normalidad y me digo, ¿cómo es que ha pasado ya tanto tiempo? Y al mismo tiempo me encuentro pensando “no puede ser posible que ya no esté aquí, no puede ser” como si todo el tiempo que ha transcurrido hubiera sido algo que no paso, o que fue algo paralelo, algo que paso demasiado rápido y no le preste atención... creo que sería así como puedo explicarlo... o más bien, cuando comienzo a pensar, a recordarte, me doy cuenta y al mismo tiempo no puedo creer que ya sean tantos meses, más de un año y yo ya no te tengo conmigo... la idea es extraña y absurda.
Había estado evitando escribir sobre esto... desde que se cumplió un año de su perdida. Esos días me sentí mal, no sabría cómo explicarlo... es de una forma, algo doloroso y que a veces no quieres tocar, pero sabes que está ahí, por encima de la piel... a veces no quiero ahondar en pensamientos que sé que son dolorosos, precisamente por eso, porque sé que me sentiré mal... pero bueno, aquí estamos.
He pensado tantas cosas... tantas en pequeños momentos, para no ahondar en pensamientos más profundos... algo así como tocar la superficie del agua para no agitar lo que hay en el fondo. Me siento de la misma manera en este momento.
Me siento mal cuando hablan de ti, porque no quiero detenerme a pensar en tu perdida, si lo hago me sentiré mal conmigo, me sentiré inútil e incompetente. He intentado seguir la conversación cuando surges, como si no me afectara, pero lo hace...
Hace un poco fue mi cumpleaños, y me hubiera gustado que estes aquí, y me vuelvo a preguntar ¿cómo paso esto? ¿cómo es que he llegado hasta aquí? Siento que hago estas preguntas pero que no habrá una respuesta o que, más bien, no hay respuesta...
Hace unas semanas me encontré con un gato, uno pequeño de unos cuantos meses, me había abstenido de tocar a cualquier gato ligeramente similar, pero por alguna razón me atreví a hacerlo y este se adhirió a mí, me siguió camino a casa y cuando lo regrese me lo dieron sin mucho esfuerzo.
Tuve muchos sentimientos en ese momento, y demasiado poco tiempo para pensar, termine aceptando al gato y ahora tengo uno nuevo.
Pensé que, si traía un gato nuevo que tuviera alguna similitud, sería como reemplazarte, creí que se sentiría así, que te vería en cualquier gato, y que sería una absurda sustitución. No fue así, no te vi en sus ojos, ni te busqué en alguna de sus formas.
Y no se si eso me hace sentir bien... ¿me explico? Es como si ya te hubiera superado, o quizás así lo pienso, la sola idea me hace sentir mal ¿cómo puedo ya superarte? ¿cómo podría ya no sentir dolor por tu perdida? Pero lo cierto es que aun siento dolor... me pregunto qué tanto debo sufrir, que tanto debo recordarte, que tanto debo sentirme mal...
Es algo extraño, si me siento mal por tu ausencia... definitivamente no es algo positivo, pero si no me siento mal... seria como i no hubieras sido importante, y lo eras... incluso hablar en pasado de ti me hace sentir mal... no quiero que pase más tiempo, no quisiera continuar así... pero también sé que ha pasado demasiado tiempo como para que ocurra un milagro... y también sé que los milagros no pasan... eso solo es ficción, no importa cuánto se ruegue por un milagro... a veces esas cosas son imposibles.
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